CRÓNICA MAPOMA 2008

La crónica de este maratón empieza hace unos cuantos meses, con el regalo con el que me sorprendio un dia Mayte, la inscripción al Mapoma. Sigue con meses de entrenamiento que he ido relatando en el blog y culmina con el esfuerzo de ayer (pedazo de esfuerzo diria yo). Intentaré ser ligerito con la crónica.

5:50 de la mañana, toca el despertador, arriba que vamos. Desayuno como todos los dias: cafe con leche, tostadas con miel y poco más (no es el mejor dia para innovar). Ducha, revisión de cosas y a las 7:30 nos espera Carlos para ir rumbo al Retiro. El dia parece que va a ser bueno, cielo despejado y temperatura quizas un poco alta para las horas tan tempraneras que son. No pasa nada si casca mucho el sol, la idea es beber en cada avituallamiento y me ayudará mi super gorra mega transpirable que me compré en la Feria del corredor (y bien chula que es digan lo que digan Mayte y Carlos).

Llegamos a la zona del Retiro, buscamos sitio para aparcar (cuesta un poco pero lo conseguimos) y rumbo a la salida, el Retiro esta precioso a estas horas de la mañana, pasamos cerca del arco de meta y establecemos el punto de encuentro para después de la carrera.

La cara de uno de los dos en este mismo sitio 5 horas después es bien distinta

Paseo del Prado, lleno de gente con sus dorsales, caras de nervios, primeras carreritas de calentamiento, decido apoderarme de un banco para "disfrazarme" de atleta: mallas, camiseta de tirantes, calcetines hasta las rodillas, mis queridas Pegasus, gorra ironman, gafas oakley y mp3. Eso si, me unto bien de vaselina por todas aquellas zonas con riesgo de rozaduras, que son muchas. Vamos al ropero, dejo la ropa y me despido de Carlos y Mayte.

Untándome bien de vaselina

Vestido de "guerrero"

Que toca, pues calentar un poco, carrerita para arriba, para abajo, que si una meadita en un arbol (los baños estaban hasta arriba y mi vejiga no podia aguantar tanto) y nos vamos para la salida. Empiezan los nervios, las sensaciones son buenas, ninguna aparente molestia y confiado en mantener el ritmo adecuado. Me planteo el maraton a "trozos", es decir, me marco pequeños objetivos que a veces coinciden con donde he quedado con Carlos y Mayte y otras con sitios emblemáticos de Madrid. De momento mi objetivo es Plaza Castilla (km 5).

Momentos antes de la salida

9 de la mañana, pasa la patrulla aguila por el cielo y dan la salida, empezamos despacito, controlando no tropezarse con nadie, en el km 2 primera cita con mis dos acompañantes, bien, vamos bien.

Km 2, fresco, fresco como una lechuga

Seguimos subiendo la castellana con la fresca y poco público para animar, paso los primeros kilometros a buen ritmo, controlando (5:30 aprox). Ya estamos en Pza Castilla, primera referencia alcanzada, la siguiente esta en el km 8 (con Carlos y Mayte). Antes de llegar a las torres de la ciudad deportiva giramos a la derecha, me encuentro con Tomás, va un poco atrancado de respiración, nos deseamos suerte y tiro a mi ritmo. Los próximos 5km son en descenso, intento controlar mis piernas pero el ritmo se acelera (bajo a 4:55 el km aprox).

Pza de la Republica Dominicana, km 8, me encuentro con CyM, foto + video y a seguir buscando el sur de Madrid. De momento todo perfecto, me da miedo acelerarme demasiado pero las piernas van estupendamente y de moral genial, cruzo el km en 51:56, no esta mal.

Km 8, al fondo del fondo estoy yo

Aqui un poquito más cerca

Raimundo Fernandez Villaverde, primera panorámica del gran pelotón, madre mia que cantidad de gente corriendo, impresionante la visión, y el sol que empieza a calentar. Llegamos a Cuatro Caminos y descenso hasta Avda Filipinas (km 12,5), mi ritmo vuelve a bajar un poco, ahora rondo los 5:05 min/km. Voy entretenido con la gente, la música del mp3, disfrutando de Madrid y concentrado en beber en cada avituallaminto (botella de agua y vaso de aquarius). Llego al km 14, aqui en teoria estarian CyM+A (Alberto), pero no les veo, quizás voy más rápido que las previsiones y no les ha dado tiempo a llegar en metro, no pasa nada, en el km 19 tenemos otra cita.

Entro en la zona más chula de todas, calle Fuencarral (km15), estrecha y con ambientazo, sin darme cuenta llego a Gran Via y en un momento Preciados y Sol, genial. De vez en cuando salta en el mp3 la bso de Piratas del Caribe (la he grabado varias veces) y se me ponen los pelos de punta, en esos momentos me siento que podria correr durante horas sin ningun problema (iluso de mi, aún no sabia lo que me esperaba). El Palacio Real nos recibe lleno de gente y afronto la calle Ferraz en ligero ascenso. A lo lejos diviso el km 19, punto de encuentro con CyM+ A, me voy desprendiendo del mp3 para dárselo a Mayte y correr ya en compañia de mi hermano. Saludos, foto,video y a seguir corriendo ahora en compañia de Alberto.

Km 19, dejo el mp3, se engancha Alberto, se acercan los dolores

Y poco a poco empieza la calamidad, siento molestias en las caderas (o zona alta de los cuadriceps o lo que sea), no le doy importancia pero me mosquea un poco. Primera novedad de la carrera, mi hermano me comenta que Javier no podra venir a correr a partir del 30 y que el me acompaña hasta la entrada de la Casa de Campo y luego se reengancha a la salida (en el km 30 aprox). Al final del Maratón me enteró que esa misma mañana ha muerto el padre de Javier, para él va dedicado este maratón.

Me adentro en la Casa de Campo donde se cumple aquello de "en la CdC se entra con una cara y se sale con otra". Joder que si se sale con otra, en el km 29 voy roto de piernas y aún me queda un hueeeeevo. En el 30 me encuentro con Alberto pero le digo que tengo que parar a estirar, no puedo con los dolores. Estiro, bebo y ale, a correr otra vez. En el 31 nueva cita con CyM, empieza el infierno, los km se me hacen eternos (algunos como el 32 a ritmo de 7:10, con rato andando incluido).

Km 31, a la salida de la CdC, menuda carita, empieza el sufrimiento

Alberto intenta animarme, me cuenta cosas, le agradezco la buena intención pero solo pienso en mis caderas y mis cuadriceps, me van a reventar. Pasan los km, en el 35 llegamos al Pasillo Verde, venga que queda poco, parece que me recupero un poco, mis zancadas alegres del comienzo se convierten en un ridículo trote que no levanta ni un palmo del suelo. Venga, próxima referencia Atocha, en el 37 me tengo que volver a parar, estiro pero el dolor no desaparece, veo alejarse el objetivo de bajar de 4h. Alberto no para de animarme, mira para atrás y me dice que los globos que marcan el ritmo para 4h no se ven (no se si creerle pero solo miro "palante"), conseguimos llegar a Atocha, me animo un poco, ya solo quedan 3km. Me voy diciendo a mi mismo ¡Vamos Lipe, sufre un poco más que esto merece la pena, si estas aqui es porque quieres, vamos Lipe, venga! Gracias a Alberto y sus ánimos sigo tirando, sufriendo, pienso en llegar y quizas bajar de 4h, todavia lo tengo a mano. En el km 39 nos enfrentamos a la subida de Reina Cristina, al fondo la pancarta del 40, madre mia, quiero llegar ya. Por fin coronamos la cuesta, "solo" queda Menendez Pelayo y entrar en el Retiro, a la izquierda parece que la presencia del Retiro me da fuerzas y ya no hay dolor (bueno, si lo hay, y mucho, pero se camufla con otros sentimientos). Km 41, giro a la izquierda y vuelta a girar, ya estamos en el retiro, ahora toca disfrutar, nuevo encuentro con CyM, me separo de Alberto, saludo a mis padres y ultimos 300m, el ambiente increible, mogollón de gente gritando, aplaudiendo, aunque parezca un topico estoy en una nube, levanto los brazos, arco de meta, meta, meta. ¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiii!.

Llegada a meta, la leche de contento

Dolorido pero satisfecho. Descanso merecido en el Retiro

3:55:00, tiempazo para los 42km y 195m

Estoy destrozado, me duele todo, soy un "batido" de sensaciones: alegria, dolor, euforia, más dolor, emoción... Soy un zombi buscando bebida, el guardarropa, me pierdo al intentar salir, no se ni donde voy, por fin consigo centrarme, me siento como puedo en el suelo, me quito las medias y me voy camino al punto de encuentro..........por fin, se acabo, estoy roto.

Miles de gracias a Mayte, a Carlos y a Alberto por acompañarme en esta aventura, sin ellos habria sido imposible.